Aún con la sus­tan­cial me­jo­ra que ha re­pre­sen­ta­do Windows 8.1, su in­ter­faz Me­tro si­gue sin con­ver­tir­se en uno de los en­tor­nos fa­vo­ri­tos para los de­sa­rro­lla­do­res de apli­ca­cio­nes.