Amor callado, que jamás se queja; amor que, en la discreta madrugada, sólo acierta a poner, junto a tu reja, la ilusión de una estrofa perfumada. Amor de un alma taciturna y vieja; amor que es como música olvidada, que tiene azul resignación de oveja, que lo dá todo y no pide nada. Amor es eso, amar como te amo, sin medir tu desdén, sin que un reclamo haga que el alma de esperanza estalle.