La vida familiar era muy diferente en los años cincuenta. Para empezar, en la mayoría de los casos se trataba de un dos una casa matriz. Tanto la mamá como un papá. El divorcio no era una cosa común. ¿Por qué? La presión social por un lado. Se suponía que se casaban y permanecían casados, sin importar lo mal que estaban. El divorcio era visto como un estigma. El noviazgo tuvo su periodo de apogeo entre 1930 y 1950. Luego lentamente comenzó a declinar, en especial en lo que respecta al cumplimiento riguroso de ciertos ritos y etapas.El noviazgo tradicional constaba de algunas grandes etapas: “la conquista” y llegada a “la primera cita”; “la declaración”, el “SÍ” y el “permiso familiar” para buscar o dejar a la chica en la puerta de la casa, el formal “pedido de mano” al padre, que culminaba en el “compromiso matrimonial”. Desde luego el noviazgo debía desembocar en el matrimonio, que era su objetivo desde el comienzo; cuando así no ocurría era una frustración y hasta una vergüenza, especialmente para la novia y toda su familia. Las familias de 50 años atrás estaban en una etapa de cambios. Por un lado las había compuestas por una pareja en la que ambos trabajaban y otras en las que la única fuente de recursos provenía del padre, mientras la madre se limitaba a realizar muchas tareas, pero en el hogar. Había quienes tenían muchos hijos y quienes utilizaban métodos anticonceptivos para no tener más de dos. No existía el divorcio, pero sí las separaciones. Hoy una mujer puede conseguir un trabajo decente, pero el pago en los años cincuenta, la mejor oportunidad de una mujer en el empleo era en los tradicionalmente aceptados "trabajos de mujeres", como secretaria, maestra, enfermera, bibliotecaria y así sucesivamente. No había un incentivo económico para seguir casado. La infidelidad, como en todo tiempo, siempre existió, pero las mujeres dependientes del salario masculino, preferirían "perdonar" aguantar y seguir mantenidas. Y si se les presentaba la oportunidad de un nuevo amor, que no les ofreciera techo y comida, lo mantenían escondido, con la mayor discreción. Eso sí, los hijos vivían con los padres hasta que se casaban, no se iban a convivir con sus parejas ni les contaban a sus padres sus amoríos. Pero las chicas ya se empezaban a independizar sexualmente y laboralmente. Hay una gran camada de mujeres de aproximadamente 50 años, profesionales exitosas. Obviamente también de hombres, pero no lo cito como novedad, porque ya ocurría desde muchas décadas atrás. Las familias se sentaban a comer juntos. Mamá cocinaba porque era su trabajo. Después de la cena de la familia veían la televisión si había uno, que a finales de la década era probable. Toda la familia veía el mismo espectáculo debido a que sólo había una televisión en toda la casa. ¿Podrían los niños corren hacia sus dormitorios y hablar por teléfono? No lo creo. ¿Por qué? Debido a que puede haber habido sólo un teléfono. En toda la casa. Lo que tal vez se pregunten es qué hacían los niños para divertirse: visitarse uno al otro. En esos días se podía ir andando a casa de noche. Después de la escuela, si eras un poco mayor, ibas a un bar o restaurante. Pero no había centros comerciales, ni ordenadores, ni equipos de música, ni videojuegos ni móviles.