Quilmes lo perdía por un gol de Formica, lo empató Paco Gerlo y, tras la expulsión de Schiavi, tuvo un penal a favor faltando dos minutos. Varela tiró una masita y Peratta contuvo el remate, quedándose con la ilusión Cervecera de conocer la victoria. Pocos trenes pasan como este, quedándose en la estación y esperando a gritos que suban sus pasajeros. Pero Quilmes lo dejó pasar, y otra vez se quedó en la puerta de conseguir la primera victoria del campeonato. A falta de dos minutos, el Cervecero estaba igualando 1-1 en Rosario, y tenía un penal a favor en los pies de Varela. Pero lo que era el cielo se transformó en el infierno, y el remate quedó en las manos de Peratta. Newell´s fue amplió dominador en la primera parte y se fue en ventaja con un gol de Formica, que se metió en el área y remató, para que la pelota se metiera entre las piernas de Trípodi, de floja respuesta. Así, se fue la Lepra al descanso. En el segundo tiempo, el equipo rosarino que había jugado los primeros 45 minutos mutó completamente en uno más defensivo y conservador, que se vio superado en algunos momentos por Quilmes. Ahí, vino un centro de a puro gol parada de Broggi, y la conexión de Gerlo, que la empujó con el pie y puso el 1-1. Paco, como en su época en River, se volvió a disfrazar de delantero. Desde ese momento, el Cervecero encontró su juego, y se agrandó aún más con la expulsión de Schiavi, que tontamente empujó a Gerlo y vio la roja. Ya en tiempo suplementario, Vella la tocó con la mano en el área y Beligoy cobró penal. Pero Varela desperdició la situación tirándole una masita a Peratta. De esta forma, fue 1-1 y un pésimo resultado para ambos. Newell´s necesitaba el triunfo para seguir prendido en el Apertura, y Quilmes para saber lo que es ganar. Entre el dominio de Argentinos y las réplicas de Godoy Cruz surgió un aceptable empate sin goles. Más allá de la ausencia de gol, el partido resultó bastante entretenido porque el anfitrión administró el balón con prolijidad y el visitante supo causar preocupación con algunos contraataques sobre el final. Fue un primer tiempo muy chato en el que Argentinos manejó más la pelota que Godoy Cruz y mantuvo un leve dominio territorial, pero sólo generó una sola situación de gol. En la única escena de peligro en el capítulo inicial, hubo una gran maniobra individual de Ortigoza sobre la izquierda que terminó con un pase en profundidad para Niell, El pequeño delantero buscó valerse de un remate rasante, pero Torrico supo tapar el disparo con esfuerzo. En el complemento, Troglio introdujo a Bogado en reemplazo de Basualdo para tratar de resolver la falta de penetración, pero la variante de ninguna manera modificó el trámite, ya que el elenco cuyano permaneció tan ordenado como en la primera etapa. La situación más clara para los cuyanos se dio en el minuto cuando Villar envió un centro desde la izquierda y Navarro falló al intentar cortar el pase, pero tampoco alcanzó Castillo. Así, terminaron sellando una igualdad sin goles, que no les sirve a ninguno de los dos de cara al futuro. Asad se enojó El Turco Asad recurrió al libro de quejas contra Argentinos porque en el empate a puro gol goles resultó lesionado el volante creativo David Ramírez. Con un rendimiento colectivo por momentos elogiable, Lanús derrotó claramente a San Lorenzo por 2 a 0 y continúa a la expectativa de los puestos de arriba, mientras que el equipo de Ramón Díaz acumuló su tercera derrota consecutiva y está cada vez más lejos de la cima de la tabla. En la primera mitad, Lanús asumió la iniciativa y presionó durante los 15 minutos iniciales. Sin embargo, ese mejor desempeño en el tramo inaugural del cotejo fue decreciendo y San Lorenzo fue asentándose mejor. Pero le costó muchísimo ponerse cara a cara con Marchesín, a punto tal que casi ni inquietó la valla adversaria y sólo pudo acercarse a través de jugadas de pelota detenida o algún centro aislado. En Lanús fueron tomando protagonismo los volantes Guido Pizarro y Agustín Pelletieri y así el granate empezó a merecer la ventaja. La ejecución, a cargo de Romero, estableció la justa distancia entre uno y otro. De allí hasta el final, la película tomó un final previsible. Lanús se dedicó a regular, desaceleró y buscó que su rival lo presionara. Sin embargo, San Lorenzo, ese Falcon de Ramón que ahora luce viejo y con problemas en el tren delantero, no fue capaz de articular una maniobra que pudiera preocupar a Marchesín. Así, Lanús sumó su tercer triunfo en línea y se ilusiona. San Lorenzo está en boxes y no se sabe si volverá a estar en carrera. Huracán rescató ayer un agónico e inmerecido empate 1 a 1 ante All Boys. Si bien All Boys mereció ganar, el punto no le cayó tan mal. Pero a Huracán sumar de a uno no le conviene, porque la zona de promoción ya está a la vuelta de la esquina. Las causas del empate fueron, sin lugar a dudas, la muy buena actuación del arquero de Huracán Gastón Monzón, la falta de puntería de los delanteros de All Boys y una distracción defensiva a un minuto del final. A lo largo de los noventa minutos, All Boys fue mucho más que el conjunto que dirige Miguel Angel Brindisi. Acumuló los méritos suficientes para quedarse con la victoria. All Boys no tuvo un fútbol de alto vuelo, pero sí entrega, y algunos aportes de Juan Pablo Rodríguez, Sebastián Grazzini y Mauro Matos, y con eso le alcanzó para ser más que su rival. A Huracán le costó todo. Defender, cortar el circuito rival y crear en ataque, ya que tanto Angel Morales como Arce nunca lograron hacerse cargo del equipo. Zárate envió un centro, Matos cabeceó en el primer palo, Monzón metió el manotazo y Ferrari empujó la pelota al gol. All Boys ganaba, pero en el adicional la defensa se equivocó y lo pagó con el empate. De un córner la pelota le cayó a Soplan, quien la sopló al fondo para igualar y evitar una derrota de Huracán que parecía segura. Generamos entre ocho y diez situaciones de gol por partido, pero marcamos una o dos. El local ganaba con un tanto de Rubén Ramírez. En el segundo tiempo, Ortega anotó desde los doce pasos y, cuatro minutos después, Víctor López marcó el 2-1. A minutos del epílogó empató Román para los de Cappa River Plate, que continúa en zona de Promoción, mostró una imagen opaca pero terminó empatando 2-2 ante Banfield, que termninó pagando su planteo especulativo en un partido de la novena fecha del torneo Apertura a puro gol fútbol. Rubén Ramírez, a los cuatro minutos del primer tiempo, y Víctor López, a los 22 del complemento, marcaron los goles de Banfield, mientras que Ariel Ortega, a los 16 de tiro penal, y el paraguayo Adalberto Román, a los 42, ambos en la segunda parte, marcaron sendos empates transitorios para River. River: Juan Pablo Carrizo; Paulo Ferrari, Jonatan Maidana, Adalberto Román y Carlos Arano; Roberto Pereyra, Walter Acevedo y Erik Lamela; Ariel Ortega; Rogelio Funes Mori y Mariano Pavone. Boca Juniors perdió sobre la hora con Lanús por un penal que cometió Clemente, quien fue expulsado. Así, Boca se despidió del campeonato en la 9na. Lanús comenzó mejor que Boca Juniors porque se puso en ventaja a los 7' casi desde el vestuario, tal como le ocurrió a Banfield contra River Platey porque tuvo al jugador más destacado en ese 1er. Y Blanco tocó corto un córner desde la izquierda y luego a puro gol hacerle el 2-1 al marcador local en la salida de la pelota, entró al área y definió con un derechazo cruzado, que ingresó junto al palo izquierdo. Lanús abrió el campo de juego con las proyecciones de sus laterales-mediocampistas y resquebrajó así la línea de 3 del local pero lo hizo demasiado poco. Avaro el equipo del sur. A los 33' Boca también hizo su gol luego de un corner: Juan Manuel Insaurralde derrotó a Agustín Marchesín, de cabeza y pese a un golpe en la cara que le propinó Santiago Hoyos. Boca eligió los centros desde los laterales para atacar y abastacer al doble 9 Lucas Viatri-Martín Palermo, pero ambos carecieron de puntería. Pero Lanús pudo haber convertido otro gol cuando Silvio Romero tiró por encima del travesaño después de tomar el rebote que Cristian Lucchetti concedió luego de un disparo de Guido Pizarro. Mal día para el entrenador Claudio Borghi: lo expulsaron en el entretiempo porque su equipo a puro gol en regresar al campo de juego. El mérito de Boca fue no rendirse y demostrar que quería empatar y ganar. Boca salió con todo y a a los 55 segundos, Palermo exigió una atajada con los pies de Agustín Marchesín. Gaona Lugo se acentuó como la clave ofensiva local y ganó la espalda a A puro gol Arce. Entonces, logró quitarle a puro gol balón a Lanús en el arranque del 2do. Luego Borghi ingresó a Pablo Mouche por Cañete, apostando a los centros desde los costados para los centrodelanteros. Después de los 60', Lanús recuperó las marcas, lo emparejó y se hizo dividido. Cuando Lanús perdió la pelota, Boca no supo qué hacer con el balón. En un contraataque aislado, Blanco no pudo convertir ante la rápida salida de Cristian Lucchetti. Al final, un tiro libre de Matías Caruzzo casi le concede el triunfo a Boca: tiro libre por abajo y Marchesín sacó con las piernas al córner. De ese tiro de esquina, mal ejecutado por el local, con el equipo marcando mal en ataque, sobrevino el contraataque: Lanús salió rápido, con 3 contra Clemente, quien cometió el penal a Eduardo Ledesma, y fue 1-2: Agustín Pelletieri, de derecha, sometió a Lucchetti. Una tragedia para el equipo de la Ribera.