<a href="http://www.commhubb.com/affiliate.php?ref=18997"><img border="0" src="http://www.commhubb.com/images/728x90.png"></a>
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María de Guadalupe, que en tus apariciones celestes en el monte del Tepeyac, tú prometiste para mostrar tu compasión y piedad hacia todos los que, amando y te confiando, buscan tu ayuda y te invocan en sus necesidades y aflicciones.
Tú prometiste el prestar atención a nuestras súplicas, para secar nuestras lágrimas y darnos consuelo y alivio. Jamás se ha oído decir que ninguno han acudido a tu protección, implorando tu auxilio, o buscaban tu intercesión, ya sea por el bien común, o en ansiedades personales, haya sido abandonado.
Inspirado con esta confianza, volamos a ti, oh María, siempre Virgen Madre del verdadero Dios! Aunque el duelo bajo el peso de nuestros pecados, nos venimos a postrarnos delante de ti de agosto de cierto que has de dignan para cumplir tus promesas misericordiosas. Estamos llenos de esperanza de que, de pie bajo tu sombra y protección, nada lo hará problemas o afligirnos, ni es necesario que tememos enfermedad, o la desgracia, o cualquier otro dolor.
Has decidieron permanecer con nosotros a través de tu imagen admirable, tú que eres nuestra Madre, nuestra salud y nuestra vida. Situándonos por debajo de tu mirada maternal y recurrir a ti en todas nuestras necesidades que tenemos que hacer nada más. O Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras peticiones, pero en tu misericordia escucha y nos responde. (Aquí mencionar su petición.)
Cinco Avemarías ... en agradecimiento por los cuatro apariciones a Juan Diego y la de Juan Bernardino.
Creer