A diferencia de lo que ocurre en los ordenadores personales, cuando instalamos una aplicación en nuestro teléfono o tablet, ésta sólo tiene “derecho” a acceder a aquellas partes del sistema y datos que nosotros hemos consentido. Esto lo hace pidiéndonos previa instalación, que aceptemos los X permisos. La mayoría de personas no hacen caso ni leen estos permisos, simplemente, por costumbre, marcan Sí y listo. Tampoco hay otra opción, o aceptas o no instalas esa aplicación. Recientemente, con la versión de Android 4.3, Google introdujo la herramienta App Ops, cuyo fin era tener control total sobre los permisos que usa cada aplicación, pudiendo deshabilitarlos individualmente. App Ops estuvo presente también en 4.4, y en 4.4.1, sin embargo, con la última y rápida actualización a 4.4.2, App Ops desapareció