Tragedia y martillo.
Tragedia:
A Unamuno le he leído que no es la muerte sino la idea de total acabamiento.
Martillo:
La idea de estar sin acabar..., entonces, a Nietzsche que se le lee preguntarlo, ...¿será la vida?
Combate y canto.
Combate:
A. García Calvo aseveraba con su voz gorda que el futuro que nos venden es la muerte misma. En expresión de eso, la Deuda Odiosa (la deuda que, en el mercado único, contraen las élites en nombre del conjunto) es un futuro muerte para toda una sociedad, es una expresión colectiva de total acabamiento.
Canto:
Los mundos al revés siempre sombra de mundos al derecho. Además, porque la guerra lingüística es crucial, siempre sombra de mundos al siniestro. Dice una voz de Porchia: Tú crees que me matas. Yo creo que te suicidas.
Sexo y futuro
Sexo:
En una entrevista de periódico, le extraen un titular a Beatriz Preciado: La sexualidad es como las lenguas. Todos podemos aprender varias. Internacionalizar, huelga aclararlo, no es abandonar las lenguas débiles so capa de la fuerte. Por ejemplo, internacionalizar una reunión no sería "desarrollarla en inglés" como hacen los españolitos garrulos emuladores del W.A.S.P. Se trata de traducción. Internacionalizar pasa por traducirse. Entonces, la gracia del sexo es la simultaneidad...
Futuro:
Tiene un librito Rebeca Wild intitulado: Aprender a vivir con niños. Ser para educar. A principios de la primavera, una mediadora de comunidades me mostró anuencia: "¡Claro, son dos formas de concebir las reuniones de gestión!: saliéndose al interior de un círculo dialéctico o solapadas en el devenir de la actividad." La idea de iluminación les rechina a quienes siguen mirando sesgadamente la filosofía de Platón. A quienes únicamente contemplan el ascenso y discriminan el descenso. Dos mil quinientos años de ascenso llegaron a su punto de inflexión... Ser para educar, entonces.